Terapia con Niños

El tratamiento psicológico de niños y adolescentes para ser eficaz requiere de una metodología específica, diferente a la intervención que se realiza con adultos.

Algunos de los ámbitos en los que un psicólogo infantil o un psicólogo de adolescentes puede ser de gran utilidad son:

Problemas escolares

Bajo rendimiento académico, falta de motivación, dificultades de aprendizaje, atención y concentración, ansiedad ante los exámenes.

Hiperactividad.

Problemas familiares

problemas de comunicación y convivencia, celos, desobediencia, falta de normas y límites etc.

Problemas del estado de ánimo

depresión infantil.

Baja autoestima

Problemas sociales

timidez, aislamiento social, falta de autocontrol, agresividad, impulsividad, problemas para relacionarse con el grupo de iguales o con adultos.

Ansiedad, angustia.

Miedos, temores y fobias.

Déficit de atención

Estrés infantil, hábitos nerviosos y tics.

Control de esfínteres.

eneuresis y encopresis

Procesos de separación

Problemas de alimentación

Duelos

Dificultades para dormir

pesadillas, terrores nocturnos, insomnio.

Somatizaciones

Trastorno de estrés postraumático

La terapia puede ayudar al niño a superar aquellas dificultades o conflictos emocionales que le generan malestar y están afectando al entorno familiar y social.

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